¿Cómo se han presentado los rasgos del patriarcado en mi vida personal y familiar?
Nota: Este es un trabajo escolar que he transcrito, y algunos detalles han sido omitidos por mi privacidad.
Por Cindy
Mi madre hoy me ha preguntado cómo he dormido y le he dicho que bien. Dos días antes, por estar despierto hasta las 12:00 AM, no ha podido dormir bien ella por la luz, pero aún así me perdona. Con esta frase, quisiera intentar encapsular el sentimiento que hay detrás de las siguientes palabras, qué es el de amor a mi madre. Desde hace ya varios años, el movimiento feminista ha cobrado bastante popularidad, y no sin razón: es un movimiento que aspira a la liberación total de un sector de la población oprimido por mano, no del constructo social del género, sino por sus jinetes ideológicos de la muerte: la misoginia, el machismo, el chovinismo, la apatía; junto con sus creadores, perpetradores y perpetuadores, los hombres. Estas se encuentran relacionadas con más cosas, empero para este ensayo, hablaré tan sólo de lo que creo conocer aptamente, que es el patriarcado.
Primero necesitaremos un punto de partida para poder avanzar a lo más complejo, el cual, convenientemente, acabamos de escuchar: El patriarcado. Ahora bien, ¿qué es el patriarcado? El término proviene de Friedrich Engels, que lo acuñó en su obra llamada “Estado, Familia y Propiedad privada”, donde se definió como el sistema de opresión de más antigüedad: en el que el hombre se situaba por encima de la mujer, desde donde la domina; sin embargo, pasarían a ser las feministas las que desarrollarían más este concepto, diciendo Gerda Lerner que es “La manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general.”
Teniendo esta base conceptual en mente, apremia presentar ejemplos aptos de la realidad, exactitud y precisión de la aseveración de Lerner al respecto. Comencemos con el ejemplo que es el más obvio y fundamental para mí, el escritor de este ensayo: Es un hecho que nací siendo un hombre; por tanto cabe mencionar que, gracias a la existencia del patriarcado, me encuentro en una posición privilegiada sobre las mujeres, *solo* por ser hombre. No por talento, virtud, o capacidad, por ser *hombre*. Por este privilegio, a los hombres se les perdonan más cosas que a las mujeres, se les imponen menos restricciones, se les permite crecer sin madurar, por ejemplo, con la frase “boys will be boys” (los niños serán niños), una manera de excusar el mal comportamiento como algo inherente al género masculino y no las reglas lánguidas sobre su crianza.
Al ser jóvenes y adultos, los hombres se perciben a sí mismos como algún tipo de modelo de la lógica y la madurez por naturaleza (¡terrible falsedad!), se califican de protectores, proveedores y, por tanto, como las únicas personas que deberían figurar en posiciones de autoridad (parte del fenómeno del techo de cristal), esto mismo en contraste con cómo se trata y percibe a las mujeres en la sociedad. Ante el acoso, “no debió de provocar al hombre”, ante el abuso, “no debió discutir”, ante la violación, “fue su culpa”, ante el feminicidio, “no debieron de haberlo desafiado”; por cualquier injusticia, inmediatamente culpan a la mujer por los actos del hombre. Pero, “¿Qué es el techo de cristal?”. Es la barrera invisible (o de cristal) que previene que las mujeres asciendan en la jerarquía del trabajo, debido a la influencia patriarcal en el pensamiento.
Volvamos a mi primera proposición, que dice que tengo privilegio por ser hombre. He dicho que no se nos limita a los hombres de la misma manera que las mujeres, y que esta falta de límites favorece el otorgamiento de posiciones de autoridad a los hombres antes que a las mujeres. Un contraargumento usual es que a los hombres también se les limita en su vida y con más fuerza: por no poder hablar de sus emociones, por sufrir el dolor en silencio, por tener que cargar con la responsabilidad de proveer, por tener que apegarse a la definición tradicional de lo que es un hombre, razones que se vuelven sucesivamente más nimias que las anteriores, que se pueden refutar con apuntar a quien ha inventado todas estas nociones, y quien se forza a sí mismo a seguirlas como un cordero; se sobreentiende pues, que estoy hablando del hombre como su inventor. En su búsqueda de mantener su posición de poder, el hombre debe establecer una doble jerarquía para así extender su reinado: la jerarquía entre los mismos hombres de la sociedad, con el propósito de mantener a los hombres de débil voluntad como subalternos, y la jerarquía entre los dos géneros: los hombres y las mujeres, esta última sirviendo para divertir la atención de los hombres que se encuentran entre la clase trabajadora hacia las mujeres en lugar de hacia el gobierno o, si queremos ser un poco ambiciosos, la burguesía. Asimismo, la carga del odio que usualmente se destina hacia el opresor, convenientemente termina siendo dirigido hacia las mujeres. Hasta se normaliza el odio regular a las mujeres, su estereotipado como locas, emocionales, sumisas, traicioneras, quejumbrosas; esto con el propósito de encajar con los demás hombres mediante compartir un enemigo en común: las mujeres.
Esto, si es que me lo permite, lo quisiera demostrar con una interacción que he tenido, que ejemplifica este comportamiento perfectamente, aunque no lo uso para contribuir al punto dado que es evidencia anecdótica, sino para contar una vivencia relacionada. Estaba frente al tablero de ajedrez hecho de lona que habían puesto hace algunas semanas como parte de reclutamiento para club de deportes en [mi universidad], donde pude ver una partida de ajedrez junto con algunos hombres más. Cerca del final de esto, estaba yo junto a algunos hombres que hablaban sobre el ajedrez, y les hacía preguntas al respecto. Uno de ellos comenzó a hablar sobre como en [el campus de ciencias sociales], había tantas mujeres a comparación de [el campus de artes, arquitectura e ingeniería]. Esto era una observación para nada anormal, solo es reconocer que en este campus efectivamente hay muchos hombres (por virtud probablemente, de también contener a [campus de ingeniería); él siguió hablando. pero mencionó como a las mujeres al parecer les gustan más las ciencias sociales, las letras, cosas de esta índole, que verdaderamente no tiene nada de malo. Lo último que ha dicho, sin embargo, ha causado revuelo en mi: “y luego las mujeres se quejan de que les paguen menos!”. Acto seguido, claro, le pregunté a qué se refería, principalmente para saber que lo ha hecho decir tal disparate, y expresar que de hecho, la disparidad entre salarios proviene de la discriminación de las mujeres en el lugar de trabajo. Sin embargo, él solo calló, y balbuceó que “ellos [los demás hombres] saben de qué hablo”. De nuevo, no diré que esto sirve como sustento sólido para cualquier argumento por que es fácilmente falsificable, pero lo que referencia el hombre que ha dicho tal desatino y se ha retirado por cobardía es real: la disparidad entre salarios, junto con la manera en la que se percibe este fenómeno por la población. Lo ven como un hecho que las mujeres obtienen menos paga por los trabajos que hacen, y que los hombres siempre toman trabajos más riesgosos o mejor pagados por “naturaleza”; y aunado a que ha dicho esto sin vergüenza alguna, los demás hombres presentes se hicieron los sordos: no han dicho nada en contra.
Esto último, es lo que se llama el "pacto patriarcal", el silencio y complicidad de un hombre ante la violencia de otro. Algunos sin duda dirán que las palabras no pueden considerarse un acto de violencia, porque no afectan físicamente a una persona; pero se pueden mirar ahora en septiembre del 2024, lo violentas que pueden ser las palabras cuando se usan por una persona que tiene poder sobre otro grupo, cuán mínimo sea dicho poder. Con esto me refiero a la retórica de odio y discriminacion hacia las personas de Haití, que se les acusa de matar y consumir a sus mascotas por la hambruna de ese lugar. Esto ha dado como resultado, una campaña de odio que ya ha causado las muertes de gatos, y de la publicación de noticias inflamatorias. (Morphet y Reilly, 2024) Este uso de las palabras, sin importar lo pequeñas que sean, tienen un impacto político sobre el mundo. Por lo tanto, aunque el acto de hablar de una manera que resulta opresiva a otro grupo no le cause daño físico inmediato a la población oprimida, si no se refuta, lleva a daños reales y duraderos sobre esta misma. Aunque si queremos poner un ejemplo que más fácilmente demuestra mi punto, se pueden ver los casos en los que un miembro hombre de una familia viola a uno de sus familiares, una mujer o niña, y dicha familia intenta esconder este hecho y no hablar de ello. El silencio de la familia, sucesivamente, esconde el acto violento del hombre y lo protege, de la misma manera en la que el silencio de los dos hombres a mi derecha protegieron al cobarde de la crítica.
En conclusión, pienso que el patriarcado ha influido muchísimo en mi vida, por el hecho de que he nacido como parte de él. Formo parte de una población privilegiada, y por tanto fui influenciado por sus ideas de lo que es correcto cuando era pequeño, de lo que tuve que separarme al crecer y aprender por mi mismo que todo era falso. Sin embargo, no me afecta ni siquiera en la misma manera en la que afecta a las mujeres que, día tras día, tienen que salir con miedo a las calles y ser precavidas con los hombres, a pesar de que aún con toda esa precaución, miedo, y medidas de disuasión en forma de armas de defensa propia, resultan siendo asesinadas por solo existir fuera del horario de trabajo. Del mismo modo en el que, por cada dólar que gana un hombre, una mujer gana 54 centavos (Parker y Tyson, 2019); por cada día que sufre la mujer bajo la opresión social de los hombres, el hombre solo sufre la mitad.
Addenda:
Si es que no fuera obvio de antemano, me apasiona mucho este tema. Espero que leer esto haya sido satisfactorio. Pero como una nota final, quisiera decir que la razón que me impulsa a ser un partidario de los derechos de las mujeres, es mi madre, que hizo mucho del trabajo de criarme y por eso le agradezco más que las palabras pueden expresar. Por esto mismo, le dedico este texto.
Cada día suceden cosas más horribles a cada vez más mujeres, especialmente en esta ciudad, y no se debe de quedar callada una persona ante estos temas, se deben combatir con el diálogo; esto va especialmente para los hombres, que supuestamente siendo protectores de las mujeres, las matan y maltratan.
Referencias:
1. Morphet, J. y Reilly, P. (2024). Post witnesses Haitian motorist making illegal turn in Springfield, Ohio, smashes into mom driving with autistic daughter, New York Post en el Viernes 13 de Septiembre de 2024. Disponible en: https://nypost.com/2024/09/13/us-news/haitian-driver-makes-illegal-turn-in-springfield-oh-smashes-into-moms-truck-with-autistic-daughter-in-back/ [Accedido el 15 de Septiembre de 2024]
2. Parker, C. y Tyson, L. (2019). An economist explains why women are paid less, World Economic Forum en el Viernes 8 de Marzo de 2019. Disponible en: https://www.weforum.org/agenda/2019/03/an-economist-explains-why-women-get-paid-less/ [Accedido el 15 de Septiembre de 2024]
Gracias por leer
Achtung. Achtung.
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